«Los trastornos de la alimentación, anorexia y bulimia» fue el tema
que expusieron ayer el pediatra Eladio Merino y la psicoanalista
Montse Rovira dentro del ciclo Escola entre Pares, que organiza la
FAPA de Eivissa. El problema afecta a uno de cada 150/200 niños.
Los comportamientos anormales respecto a los hábitos de
alimentación, una bajada de peso, especialmente en el caso de la
anorexia, y la obsesión por las calorías son algunos de los signos
de detección de la enfermedad.
Uno de los consejos a los progenitores que lanzó Eladio Merino
fues «que sean buenos padres». Explicó que «uno de los factores
desencandenantes puede ser una familia con dificultades de
relación, generalmente, la madre con la adolescente». Defendió que
«no se deben educar a los hijos para que condicionen su vida en la
apariencia física y la estética y no se idealicen los cuerpos
esbeltos que salen en la televisión» y añadió que «es aconsejable
que los adolescentes no abandonen las consultas en las revisiones
periódicas, porque es donde se pueden detectar algún comportamiento
anormal». Asimismo, advirtió de la necesidad de un tratamiento, «ya
que espontáneamente no tiene curación». El 40 por ciento, aún
siendo tratados, pasan a ser crónicos.
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