No quedó ni un sólo palmo de la ciudad sin fotografiar. Los cerca de 180 estudiantes de ESO, Bachillerato y COU del Institut sa Blancadona de Eivissa se lanzaron ayer a la calle a primera hora de la mañana con sus cámaras en la mano, dispuestos a participar en la II Cursa Fotogràfica que organiza este centro.

Los alumnos se dividieron en 60 grupos de tres, a los que se les dio un carrete de 24 fotos en color o dos de 12 en blanco y negro, éstos últimos montados por los propios estudiantes. Los chavales tuvieron varias categorías para escoger: podían retratar aspectos como «Patrimonio de la Humanidad», «La pequeña y mediana empresa», «La Eivissa gris» o «La Eivissa de nueva creación». Además, debían tomar alguna instantánea que reflejara una denuncia ciudadana. Las bases del concurso limitaban a estas 24 fotos las que podían presentar cada uno de los grupos. Nadie tenía derecho a más carretes.

A las once, los estudiantes pasaron por uno de los dos controles instalados en el paseo Vara de Rey y el Parc de la Pau, donde los profesores entregaron nuevos temas para fotografiar. A esa hora, varios de los grupos ya habían acabado con sus carretes, con lo que ponían punto y final a su participación en el concurso.

Otros, como el equipo «A.V.I.A» "formado por Agustín, Vicent, Irene y Alberto" marchaban en ese momento en dirección a Dalt Vila, tratando de encontrar algo que se pudiera incluir en la categoría de «La Eivissa gris». Optaron por buscar la cara más degradada de la ciudad: edificios a medio construir, tomados por los yonkis y la basura. Ya tenían su foto denuncia "la polémica escalera de la Castillo" y su foto sobre el Patrimonio de la Humanidad, representado en esta ocasión por el Arxiu Històric del Ayuntamiento de Eivissa. Llevaban toda la mañana recorriendo la ciudad a pie; las bases establecían que nadie podía utilizar otro medio de locomoción al margen de sus piernas, aunque no todos los estudiantes cumplieron con este punto.