Las Pitiüses sufrirán una nueva invasión marítima durante este
verano, aunque de carácter pacífico. A falta de un mes para el
inicio de la temporada turística, los puertos deportivos de la isla
han confirmado que habrá un aumento notable de barcos de recreo en
las costas de Eivissa y Formentera, de forma que la demanda de
plazas superará con creces la oferta, a pesar del aumento que han
registrado embarcaderos como el de Sant Antoni, que ofrece un
centenar a de amarres más este año.
Aunque en algunos casos los puertos no admiten reservas
anticipadas, la realidad es que los propietarios de embarcaciones
de recreo de todo tipo llevan meses llamando a las oficinas de
estos centros para solicitar información sobre precios y
posibilidades de atraque.
La ocupación más elevada se producirá entre los meses de julio y
septiembre, cuando los amarres estarán al cien por ciento por lo
que los responsables de los embarcaderos apuntan que habrá usuarios
que se verán obligados a fondear fuera de los puertos. A pesar de
ello, han apuntado que el personal de estos centros se desplazará
hasta los barcos para prestarles servicios de limpieza, agua o
combustible.
El total de plazas estimadas en la actualidad en las Pitiüses es
de unas 2.500, repartidas entre las 300 que ofrece el Club Náutico
Ibiza para sus socios, los 536 amarres de Ibiza Nueva, las 428 de
Marina Botafoch, además del puerto deportivo de Sant Antoni, que
cuenta con 400 plazas y el de Santa Eulària que, con una capacidad
para 755 embarcaciones, es el de mayor tamaño y el que cuenta con
las instalaciones más modernas.
En Formentera se reparten 198 plazas entre los puertos de
Formentera Mar y Marina de Formentera.
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