Los más pequeños se disfrazaron de sus personajes favoritos.

Los niños que participaron ayer en las actividades programadas en Vara de Rey por el Ayuntamiento respondieron con un ensordecedor «¡bien!» a la pregunta «¿cómo os lo habéis pasado hoy?», que pronunció la animadora de la fiesta de carnaval tras tres horas de bailes, juegos y bromas ininterrumpidas.

Un ejército de diminutos teletubbies, acompañados por condes de Transilvania, Woodies (el vaquero de Toy Story 2), damas y caballeros de todas las épocas, vikingos, insectos de toda clase e inofensivas fieras se pusieron de acuerdo para dar una vuelta al mundo a través de la música y el baile en el escenario montado para la ocasión. Desde la rumba española a las danzas africanas, pasando por el can-can francés y la samba brasileña, los niños no dejaron de saltar siguiendo las instrucciones y movimientos de una incansable animadora.

Otra vuelta más corta, pero no por ello menos divertida, es la que dieron grandes y pequeños a Vara de Rey en el minitren que formaba parte de la fiesta. A lo largo del paseo, un buen número de monitores se encargaban de animar a los más pequeños a participar en juegos tradicionales como la comba, el tris-tras, el corderito o el pañuelo y en los talleres de manualidades donde confeccionaron antifaces y máscaras, pintaron globos y se maquillaron en consonancia con su traje de carnaval. Algunos padres participaron activamente en las actividades mientras que otros, la mayoría, disfrutaban observando las dificultades de los pequeños, que intentaban seguir los bailes sin pisarse el vestido, las plumas o al compañero de tarima al son del discotequero «Follow the leader».

Daba igual si el disfraz salía de un «Todo a cien», era de diseño o había surgido de un baúl de los recuerdos, lo importante era disfrutar y las caras sonrientes de los pequeños demostraban que el objetivo se había conseguido.

La fiesta de ayer se cerró con un concurso de disfraces infantil que se desarrolló durante la tarde.