El coordinador general de Esquerra Unida (IU) en Balears y conseller de Treball del Govern de les Illes Balears, Eberhard Grosske, alertó ayer sobre la situación real del urbanismo en las Islas y aseguró que las Pitiüses todavía podrían registrar un crecimiento de medio millón de plazas, entre residenciales y turísticas, a pesar de las Directrices de Ordenación del Territorio (DOT) supuestamente restrictivas aprobadas por el Partido Popular. Grosske señaló que la herencia que la izquierda ha recibido del PP «es un legado envenenado» fruto de la «falta de previsión del PP». Por ello, consideró que se hace necesaria «una gran maniobra» de la que dependerá que se consiga «un logro histórico» o «un gran fracaso».

El conseller consideró que las DOT tienen tres importantes debilidades: las numerosas excepciones que contemplan, el hecho de que no protejan el suelo rústico y el que no modifiquen las posibilidades de crecimiento del suelo urbano. Como consecuencia de todo ello, el líder de IU asegura que en Balears podría producirse un crecimiento legal de hasta 4 millones y medio de plazas residenciales y turísticas.

Grosske, realizó ayer en Eivissa un repaso del momento que viven las Islas y de la nueva situación política que se ha creado en todo el país a raíz del acuerdo preelectoral entre PSOE e IU. Sobre la reciente crisis del Govern, consideró que el pacto de la izquierda ha demostrado «su buena salud a la hora de resolver problemas y conflictos» y sobre el acuerdo de ámbito nacional indicó que se trata de un pacto «en el que las diferencias no se ven como un problema, que pone énfasis en las posibilidades de colaboración». Grosske fue más allá y consideró, incluso, «que se ha instalado en todo el Estado el modelo balear».

En cualquier caso, desde Esquerra Unida consideran que el resultado final dependerá de cuál sea la opinión de los votantes: cuantos más sufragios tenga el PSOE o IU más voz tendrá cada uno de estos partido dentro de ese acuerdo, opinó Eberhard Grosske.