Momento en el que el teniente del Ejército de Tierra entra en el furgón policial para ser conducido a la Comisaría. FOTO: M.M.

Agentes del Cuerpo Nacional de Policía condujeron a la una de la tarde de ayer a Cayetano Soler López (teniente de Infantería retirado) a la Comisaría, después de intentar durante tres horas que el último inquilino de los pabellones militares de la calle Joan Xicó abandonara voluntariamente su vivienda y entregara las llaves del piso en el que vivía desde hace 34 años. Esposado y claramente afectado por la tensión acumulada durante toda la mañana, Soler López fue introducido en un furgón policial y detenido por haber opuesto resistencia.

Los ocho agentes que se ocuparon del caso junto con el comandante Manuel Rivas González, en representación del Instituto de la Vivienda de las Fuerzas Armadas, habían llegado al edificio pasadas las nueve y media de la mañana, con la orden judicial de lanzamiento (desalojo ordenado por un juez) en la mano. Se vieron obligados a forzar la puerta exterior del inmueble, que había sido cerrada con llave por el teniente jubilado que desde hace años era el único habitante de uno de los dos pabellones que todavía siguen en pie a pesar del acuerdo alcanzado por el Ministerio de Defensa y el Ayuntamiento de Eivissa para su derribo. Durante tres horas se prolongó la negociación a través de la puerta de la vivienda y en presencia del abogado del inquilino que, finalmente, abrió la puerta de su casa.

El teniente fue puesto en libertad sin comparecer en el juzgado
A pesar de que el teniente Cayetano Soler López fue detenido y conducido a Comisaría, donde tuvo que esperar a que se redactara el correspondiente informe de los hechos, fue posteriormente puesto en libertad sin ni siquiera acudir al juzgado de primera instancia e instrucción número uno de Eivissa, que ayer era el encargado de la guardia.

Con este desalojo y en caso de que no surjan nuevos inconvenientes, el Ministerio de Defensa podría entregar los dos pabellones militares al Ayuntamiento de Eivissa en cumplimiento de la permuta que ambas administraciones firmaron hace más de un año. El objetivo del Consistorio es derruir estos edificios lo antes posible, como ya se hizo con los dos primeros.