Cuatro mil personas viven en Eivissa en una situación de precariedad social. El plan de inserción del empleo, elaborado por el Govern, pretende recuperar de esta situación a estas personas. «Aquí no todo el mundo trabaja y vive en el mejor de los mundos», señalo ayer el director de Treball, Fernando Galán, sobre la situación concreta de las Pitiüses. El informe Foessa revela, además, que la población pobre asciende a 12.280 personas. Pese a que estos datos son de 1995, la previsión que se tiene es que va en aumento.

La consellera de Benestar Social del Govern, Fernanda Caro, el director general de Treball, Fernando Galán, y la consellera de Benestar Social del Consell, Sofía Hernanz, explicaron en qué se traduce el plan de ocupación e inserción laboral, que tendrá que ser consensuado con los municipios. Hernanz aludió a «los excelentes datos macroeconómicos de Balears, pero donde se dan unas situaciones paradójicas», como los 1.700 parados registrados en temporada alta. A su juicio, esta situación «tiene que llevar a la necesidad de incidir sobre ese segmento de la población que no se puede incorporar al mundo laboral de manera normalizada». Sobre esta filosofía, el Govern sienta las bases del plan de formación y ocupación. La reunión mantenida ayer con los sindicatos y agentes sociales sirvió para fijar cómo se van a realizar las propuestas de acciones concretas. Así, se quiere constituir la comisión de seguimiento del pacto por la ocupación en las Pitiüses, «no más tarde de 15 días» señaló Hernanz, para que a final de octubre se desarrollen una serie de programas que se contemplen en los presupuestos del 2001.