El alcalde de Eivissa, Xico Tarrés, y los concejales Lurdes Costa y Maurici Cuesta posan en el stand de Eivissa.

ENVIADA ESPECIAL A FITUR
Los turoperadores españoles pidieron ayer al Govern balear que no se considere a los visitantes nacionales como turistas secundarios y pusieron de manifiesto su descontento por una cuestión ya recurrente: la falta de camas con la que se encuentran frente a los potentes contratos que firman los hoteleros de las islas con turoperadores británicos y alemanes.

Estas son algunas de las cuestiones se pusieron ayer sobre la mesa durante la reunión que mantuvo en Madrid el consejo rector de Ibaturs con los representantes de los mercados nacionales. La reunión, que se celebró en el marco de la inauguración de la feria turística Fitur, estuvo encabezada por el conseller de Turisme, Celestí Alomar y, entre otros muchos representantes del sector turístico, se encontraba el conseller pitiuso, Josep Marí Ribas, que reconoció que los turistas españoles han representando para las islas durante muchos años un mercado «recurrente, no principal». «Se ha recurrido a él cuando no estaba cubierta la oferta», añadió.

El Govern planteó a los representantes de los turoperadores que las islas tienen intención de diversificar su oferta turística para hacerla especialmente atractiva para los españoles en la temporada media y baja. Alomar insistió en la importancia de potenciar el senderismo, el turismo deportivo y el cultural (y este punto destacó la reciente declaración de Eivissa como Patrimonio de la Humanidad). A pesar de todo, los turoperadores nacionales también quieren incrementar sus camas durante el verano algo que, aseguran, les resulta imposible en estos momentos.