Los alumnos que han participado en este curso organizado por el Grup Folklóric Brisa de Portmany han utilizado máquinas de medio siglo de antigüedad. Foto: MARINA MART.

I sabel Torres y Margarita Bonet han sido las primeras pero no por ello las mejores. Todos sus compañeros han resultado ganadores del curso de «Roba de Burell» organizado por el Grup Folklòric Brisa de Portmany con el objetivo de recuperar una forma tradicional de confeccionar los ropajes. Agustín Ribas, responsable de la colla mostraba ayer su satisfacción ante los resultados que ahora comienzan a hacerse realidad en una muestra que estará abierta el público en la calle Cervantes 25 hasta el 16 de enero.

La iniciativa, que cuenta con la colaboración del Consell Insular y el Ayuntamiento de Sant Antoni, se ha venido desarrollando desde noviembre y ha contado con una gran aceptación -incluso hubo de establecerse un cupo de 20 alumnos y diversos turnos-. Las lecciones han sido impartidas por Jaume Escandell y Toni Tur, Sandich, aunque una de las claves del éxito ha sido la posibilidad de que maestros y alumnos se equipararan diariamente. Ambos actuaban además como diseñadores o mecánicos ya que la antigüedad de las máquinas, superior a los 40 años, se ha dejado sentir en más de una ocasión obligando a reparalas.

Una de las paradojas de este seminario es la juventud de los profesores, algo sin duda esperanzador para la pervivencia de la práctica.
La labor ha sido dura, no sólo en el inicio de la aventura con el trabajo de recopilación de telares (hasta cuatro se han conseguido, dos cedidos por la escuela de Artes y Oficios) sino una vez inmersos en la experiencia. Baste sólo un dato: para la obtención de 40 cms de tela se precisan siete horas en la que el trabajo físico se combina con la agilidad mental.