La ilusión duró apenas unas horas. El personal de Salvamento Marítimo de Valencia, que trabaja desde el pasado 12 de diciembre para desencallar el ferry 'Isla de Tagomago' del puerto de Denia, consiguió reflotar el barco ayer a las siete de la mañana. Sin embargo, una nueva inundación en las bodegas, provocada por una grieta en uno de los tanques de agua del barco volvió a escoralo a estribor.

El jefe de Salvamento Marítimo, Juan Carlos Crespo, aseguró ayer que «la situación, al menos, no es peor que antes de iniciar los trabajos de reflote, ya que el barco ha pasado de estar inclinado 23 grados sobre su eje de flotación a los 7 grados actuales».

Las veinte personas que trabajan en el interior del buque dedicarán las próximas horas a secar la bodega, colocar una plancha para sellar la grieta y soldarla. El responsable de la operación de salvamento del buque no se aventuró a dar una fecha definitiva al reflote del barco aunque cree que, «si nada se tuerce», podría remolcarse a Cartagena antes de que finalice el año. Además del personal que trabaja en el ferry, tres remolcadores, el 'Cataluña', el 'Salvamar Levante' y el 'Remolcanosa 80' apoyan las tareas de reflote.

Las jornadas de trabajo para el personal de Salvamento Marítimo se han estado prolongando durante más de doce horas diarias durante estos días, en un intento de remolcar cuanto antes el barco a un astillero de Cartagena y librar la entrada al puerto de Denia,que permanece cerrado al tráfico de mercancías y pasajeros, obligando a los buques a desviarse hasta el puerto de Gandía, que no está preparado para atender ese tráfico.