El obispo de la Diócesis de Eivissa y Formentera, Agustín Cortés Soriano, presidió ayer en la catedral de Eivissa la inauguración del año Jubilar. Dada la importancia de este acto, las misas de la mañana se suprimieron en el resto de parroquias de la cuidad y también en algunos municipios de la isla. El acto se inició con una pequeña subida a pie desde la parroquia de Sant Pere. Uno de los puntos de atención de la jornada de ayer fue la placa de la catedral que se cambiará con motivo de la entrada del año Jubileo. Al final, y a pesar de que el Obispado ya ha consensuado el texto, todavía no se ha procedido a la sustitución, que se realizará de forma inminente. El cambio prometido sirve, según la Iglesia, para fomentar el perdón entre los hombres.