Uno de los casos más graves, según el sector, es el de la playa de Cala Jundal, donde solicitan que se instalen diques semi-sumergidos. FOTO: V.F.

La asociación de concesionarios de playas -el sector que se dedica a la explotación de hamacas, sombrillas, velomares y otros elementos propios de las costasestá empezando a preocuparse seriamente por la falta de arena en las playas ibicencas y por la ausencia de soluciones por parte de las instituciones para paliar este problema.

De hecho, según ha confirmado el presidente de dicha asociación, César Jerez, se ha solicitado una reunión con la presidenta del Consell Insular d'Eivissa i Formentera, Pilar Costa, para saber si esta institución tiene intención de que se haga realidad el compromiso adquirido por el anterior presidente autonómico, Jaume Matas, que había garantizado la reposición de arena en las playas para el verano del año 2000. Matas se había comprometido a mediar ante el Ministerio de Medio Ambiente para lograrlo.

Jerez señala que, en estos momentos, la arena suplementaria es necesaria en el 90 por ciento de las superficies costeras de Eivissa. Para que las deficiencias estuvieran corregidas antes de la masiva llegada de turistas en busca de descanso en nuestras plazas, el presidente de la Asociación de concesionarios señala que sería necesario que la reposición comenzara, como muy tarde, a finales del mes de abril.

«En general, necesitan arena casi todas las playas de Eivissa. Están muy mal, sobre todo si las comparamos con las de otros destinos turísticos como, por ejemplo, Túnez. O, sin irnos muy lejos, comparadas con las de Palma o las de otras costas españolas», señala Jerez. Entre las que los concesionarios consideran más necesitadas se encuentran las playas de Cala Martina, Cala Pada, s'Argamassa, Aigües Blanques, Cala Nova o Cala Jundal. En este último caso, los concesionarios proponen la instalación de «diques semi-sumergidos para retener la arena». «O, por lo menos, que se haga un estudio para saber cómo actuar porque esta playa está fatal».

Esta asociación está tan preocupada que señala «que hay que conseguir arena como sea». El primer paso para hacerlo es conocer la opinión y la voluntad de la presidenta del Consell; en función del resultado se decidirán otros contactos o medidas.

La postura que adoptará la institución insular ante este problema no está, a priori, nada clara. De hecho, en el programa electoral que elaboró el Pacte Progressista consta un claro rechazo a esta manera de mejorar el litoral por los perjuicios que puede producir al resto del entorno.