Los ciudadanos de Balears pagan un sobrecoste anual por carburantes cercano a los 2.600 millones de pesetas con respecto a los peninsulares, según aseguró ayer el vicepresident del Govern, Pere Sampol, durante la presentación de un informe elaborado por la Direcció General d'Economia.

Según los datos incluidos en el estudio, desglosado por el director general d'Economia, Antoni Montserrat, la gasolina sin plomo en Balears ha subido un 5 por ciento desde la liberalización de precios mientras que en la Península dicho incremento, por término medio, se calcula en un cuatro por ciento.

En lo que respecta al resto de carburantes de automoción, las Islas también están perjudicadas ya que la gasolina súper subió un 7'2 por ciento frente a la media estatal, cifrada en el 6 por ciento, y el gasoil A subió un 7'6 por ciento en Balears frente al 6'5 por ciento del resto del territorio nacional.

Así las cosas, los ciudadanos del archipiélago pagan, en términos generales, un 1'2 por ciento más que los peninsulares cada año por la gasolina que consumen.

Por si fuera poco, según el estudio, las diferencias entre las Islas y el continente siguen incrementándose, por lo que los precios que se pagan en las Islas, según el informe, son los más altos de España salvo en gasoil para la automoción.

Sampol aseguró, basándose en dicho estudio, que los más perjudicados por este sobrecoste son los sectores productivos ya que el litro de carburante que utilizan los agricultores ha llegado a ser seis pesetas más caro en las Islas y el de los pescadores hasta ocho pesetas, aunque este mes la diferencia del gasoil para pesca se ha reducido a las 4'40 pesetas. Para intentar paliar este desequilibrio, Sampol se comprometió a continuar negociando con las tres empresas que operan en Balears, (Campsa, Repsol y BP) con objeto de que reduzcan los precios.