El alcalde accidental, Pedro Campillo, y el concejal de
Participación Ciudadana, Roque López, conocieron ayer los planes
estratégicos que han elaborado las diferentes empresas y organismos
que realizan servicios básicos en Eivissa, con el objetivo de
contrarrestar posibles problemas derivados del «efecto 2000».
Roque López expresó su confianza en que la incidencia de este
problema en la isla sea «mínimo», gracias a los operativos que se
han activado.
Representantes del aeropuerto, del hospital Can Misses y de
empresas como Carburantes Ibiza, Sogesur (aguas), Moseca
(iluminación), Gesa (suministro eléctrico) y Jena (gasolineras)
explicaron ayer las medidas que han adoptado para contrarrestar
posibles fallos y garantizar una prestación de servicios «normal»
durante el cambio de fecha. Algunos de estos operativos se han
diseñado a nivel local pero, en casos como el del aeropuerto, se
circunscriben al plan nacional. El Consistorio ha solicitado copias
de los documentos que detallan las estrategias, como medida
cautelar.
Por otra parte, los portavoces municipales anunciaron ayer que
la Policía Local controlará de forma directa todos los operativos
que las distintas empresas y organismos oficiales han puesto en
marcha para evitar el efecto. Los agentes mantendrán contacto
telefónico permanente con los responsables de todos los planes para
resolver cualquier eventualidad que se pueda presentar en los días
críticos. Además de esta medida, el Ayuntamiento ha activado la
revisión de sus propios servicios de cara al cambio de fecha.
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