El Ejecutivo balear anuncia que el denominado efecto 2000 no provocará problemas graves en las Islas, pero apela a la responsabilidad de los ciudadanos para no implementar las distorsiones que se puedan provocar e incidirá en las semanas que quedan hasta el 31 de diciembre en concienciar a las pymes que todavía no se han adaptado a que lo hagan, según indicaron ayer los consellers d'Interior y d'Hisenda, Josep M. Costa y Joan Mesquida, tras finalizar la reunión de la Comisión de Transición para el efecto 2000.

Los únicos sectores que van a tener problemas, según adelantó Mesquida, será el pequeño comercio y la hotelería: «Los sistemas de facturación en los comercios pueden verse alterados, así como todo lo que concierne a los sistemas empotrados en los hoteles, en concreto los sistemas de tarificación de facturas telefónicas».

El conseller Mesquida estará al frente de la oficina de seguimiento del efecto 2000, que funcionará entre las 12.00 horas del 31 de diciembre y el mediodía del 1 de enero del 2000 y estará en contacto con la oficina estatal, para así evitar duplicidades.

Las grandes empresas, sin problemas
El Govern afirma que las grandes empresas y los sectores estratégicos de Balears han cumplido en el 95 por ciento con los planes de contingencia y emergencia, destacando sobre todo los suministradores energéticos y de agua como los mejor preparados.

El conseller Mesquida indicó que las empresas de telecomunicación y los tres aeropuertos de las Islas han completado sus planes de contingencia, aunque falta confirmación en un aeropuerto isleño cuyo nombre no quiso desvelar.

Mesquida recordó que la Comisión de Transición funcionará hasta marzo del 2000 en previsión de efectos prolongados y aseguró que hasta fin de año incidirá en «una campaña divulgativa dirigida especialmente a las pequeñas y medianas empresas».

En este sentido, indicó que de las pequeñas empresas para cuyo trabajo no es vital el uso de la informática, el 51 por ciento se ha adaptado para evitar el «Efecto 2000», mientras que entre las que trabajan con equipos informáticos, el 77 por ciento ha adecuado sus sistemas. El sector turístico es el que ha certificado una mayor adaptación ante el efecto 2000 mientras que la restauración es el que presenta un menor nivel de preparación. Concretamente, el 74 por ciento de los hoteles y el 67 por ciento de las agencias de viajes están adaptadas.