El cultivo biológico en las Pitiüses tiene futuro aunque todavía queda mucho camino por recorrer hasta conseguir que la producción sea rentable. Esta es una de las principales conclusiones a las que se llegó tras la mesa redonda celebrada ayer en Sant Antoni. El debate sirvió para concluir el ciclo que sobre agricultura ecológica y en él participaron el conseller balear d'Agricultura, Joan Mayol, su predecesor en el cargo, Josep Juan Cardona, el técnico Marcos Marzo y el agricultor Peter Brantschen debatieron acerca de la producción y la comercialización de los productos cultivados de forma totalmente natural. El representante de los agricultores, Peter Brantschen, explicó las dificultades que se encuentran las personas que deciden convertir sus cultivos en biológicos. «Los propios ibicencos son los más reacios a utilizar este tipo de cultivos, tienen miedo a dar el salto porque desconocen cual será su futuro», indicó Brantschen. El agricultor destacó además que «las instituciones deben ayudarnos para garantizar nuestro futuro». Marcos Marzo destacó, desde su posición de técnico, las ventajas del conocido «cultivo integral», con un porcentaje mínimo de productos químicos. Para Marzo este es el paso previo a los cultivos ecológicos que han subido un 30 por ciento en los últimos años. Los representantes políticos coincidieron en la necesidad de mejorar la comercialización para garantizar el auge de los cultivos.