El Govern balear no permitirá que continúen creciendo en Balears las plazas turísticas a través de las llamadas viviendas vacacionales, un tipo de alojamiento complementario a la oferta hotelera que está especialmente extendido en la isla de Formentera.

Según anunció ayer el conseller de Turisme, Celestí Alomar, el Govern ha dado el visto bueno a un proyecto de ley que, una vez aprobado por el Parlament, modificará la actual regulación de este tipo de oferta. Este nuevo decreto prevé no legalizar más viviendas turísticas de las que ya están reconocidas en estos momentos o han iniciado los trámites pertinentes antes de entrar en vigor esta nueva normativa.

Alomar explicó ayer que con esta medida se pretende evitar que se sature el territorio y que el freno al crecimiento de las plazas hoteleras que puso la Ley General del Turismo (LGT) se traslade ahora a este tipo de viviendas. «La oferta de hoteles está estabilizada, pero las viviendas vacacionales abrían una puerta que podía ser peligrosa», valoró ayer Alomar. Esta figura desaparecerá a partir de ahora del ordenamiento turístico de Balears, a excepción de aquellos alojamientos que fueron legalizados al amparo de las normativas de 1992 y 1998, ambas anteriores a la LGT. A todos ellos «se les respetarán los derechos adquiridos», comunicó ayer el máximo responsable de turismo en Balears.