Manuel Alonso Fernández Revuelta acudió el pasado miércoles a la sede del Partido Popular en Eivissa y entregó por escrito su baja como afiliado de la formación. Se había inscrito en marzo de 1984 a Alianza Popular y de allí ingresó directamente en las filas del PP. Esta misma semana ha renunciado, incluso, a ser militante de a pie, después de que unos meses antes de las elecciones del 13-J abandonara también el puesto de secretario general del PP pitiuso como consecuencia de la salida, también por dimisión, del presidente Joan Colomar.

«Hace meses, antes incluso de las elecciones, empecé a cuestionarme la línea del partido porque no me parecía la adecuada. Los resultados de las elecciones también apuntaron que no se estaban haciendo las cosas bien, al menos no para ganar. Poco a poco me he ido reafirmando en esa idea y ahora han llegado las dos gotas que han colmado el vaso», explicó ayer Alonso.

Esas dos gotas son, por una parte, la decisión del comité de derechos y garantías de abrirle un expediente disciplinario y, por otra, el hecho de que no se le comunicara tal decisión antes de anunciarla a la prensa. «Los estatutos están para utilizarse, pero el problema es que aquí no se han usado igual para todos, ha habido dos varas de medir. Hay gente que no siguió la doctrina del grupo en la sesión de investidura de Matas a la que no se le ha abierto expediente; tampoco a afiliados del partido que han concurrido a las elecciones inscritos en otras listas, como ha pasado en Sant Joan y Formentera», dijo ayer Manuel Alonso, que se considera, en ese sentido, discriminado.