Una treintena de representantes de la Federación Balear de Transporte Discrecional decidieron ayer intensificar los contactos con los turoperadores para que el aumento de las tarifas en un 15 por cien, durante el próximo año, no se traduzca en pérdidas de negocio. Esta subida, «que se ha reducido todo lo posible», según Jaime Batle, presidente de la Federación Empresarial del Servicio Discrecional de Viajeros de Baleares, se debe al aumento de los precios de los carburantes en un 24 por ciento, a las subidas de salarios y de los precios de los proveedores. Los empresarios han intentado no incrementar más las tarifas «para que no termine resultando más rentable al cliente alquilar un coche para desplazarse», aseguró Batle. El presidente advirtió a las empresas que «no deben ofertar precios muy a la baja porque serán los primeros perjudicados. Algunos de ellos no podrán asumir costes y tendrán que cerrar».

Tras la huelga del pasado junio, Jaime Batle asegura que los turoperadores solicitaron que contasen con ellos «para evitar estos parones, que son muy perjudiciales porque dañan al turismo, un sector muy sensible, y que pueden producir daños irreparables». Por el momento, ya han establecido contactos con la Asociación de Balears de agencias de viajes (Aviba).

Otro de los temas que plantearon ayer los representantes de las 18 empresas de servicio discrecional de Eivissa es su preocupación por la posible entrada de grandes empresas de transporte en la isla. Esto les ha llevado a plantearse, incluso, una fusión para hacerse más fuertes, según señaló Lucas Costa, presidente de los transportistas pitiusos.