La localidad de Sant Carles, situada en el término municipal de Santa Eulària, celebró ayer el día grande de sus fiestas patronales con un éxito rotundo en cuanto a participación: más de 500 personas se acercaron al mediodía para participar en la misa solemne y la procesión, una de las actividades más concurridas de la jornada.

A pesar de todo, el programa festivo se había iniciado antes, a las diez y media de la mañana, con el tradicional repique de campanas y el disparo de cohetes, cuya misión es despertar a todo el pueblo para que se sume a la fiesta.

Media hora más tarde "y con todo el pueblo ya en pie" se inauguró una muestra de coches de época, en la que se mostraron algunas reliquias de las cuatro ruedas, como un Triumph rojo descapotable de los años cincuenta o uno de los primeros 600 que salieron de la fábrica de Seat en Martorell.

A las doce, el obispo de la diócesis de Eivissa y Formentera, Agustín Cortés Soriano, inició la misa solemne en la iglesia del pueblo, que estaba engalanada para la ocasión. Casi un centenar de personas se tuvo que quedar fuera del templo, que se llenó en unos pocos minutos. Al oficio religioso asistieron, entre otras autoridades, la presidenta del Consell Insular d'Eivissa i Formentera, Pilar Costa; el alcalde de Santa Eulària, Vicent Guasch, quien acudió acompañado de toda la corporación municipal en pleno; la consellera de Cultura, Fanny Tur; el director Insular de la Administración del Estado, Luis Carlos Fernández Tejerina; y el diputado socialista en el Congreso, Antoni Costa.

La misa se prolongó por espacio de una hora, tras la cual se inició la procesión por los alrededores de la iglesia. Casi todo el pueblo se sumó al paseo, que estuvo encabezado por Pilar Costa y Vicent Guasch. Los sonadors y balladors de Sa Colla de Sant Carles se encargaron de amenizar la caminata con el sonido de sus tambors, espasins y castanyoles. Los vecinos más jóvenes se encargaron de cargar a sus hombros las cuatro tallas de santo que albergan las paredes de la iglesia de Sant Carles.