La instalación de las barreras pretende acabar con el paso de automóviles sin autorización a la zona histórica. Foto: VICENÇ FENOLLOSA.

A pocos se les puede haber pasado por alto que en Dalt Vila aparcan a diario numerosos vehículos sin autorización, a pesar del cierre parcial de la zona al tráfico. Para evitar que esta situación se siga repitiendo, o incluso se agrave, el alcalde de Eivissa, Xico Tarrés ha activado un estudio para que antes de Semana Santa se instalen unas barreras levadizas por sistema electrónico en las entradas a la zona histórica. Estas vallas sólo darán paso a las personas que posean unas tarjetas especiales. «Tenemos que estar a la altura de otras ciudades, -señaló Tarrés- no vamos a poner a una persona subiendo y bajando la barrera».

El alcalde aseguró ayer que las vallas no serán las típicas rojas y blancas, porque desentonarían con el entorno. «Buscaremos algo menos impactante», matizó.

«La limitación de entrada al barrio de Dalt Vila será más restrictiva antes de que comience el verano», señaló el primer teniente de alcalde Pedro Campillo, lo que no quiere decir «que durante los meses de invierno vayamos a tener manga ancha». Xico Tarrés reconoció ayer que ha habido mucha gente que se ha saltado la normativa de entrada en la zona, «sobre todo turistas y personas con coches de alquiler».