Algunos de los aspirantes que ayer realizaron las pruebas culturales y psicotécnicas realizan su servicio militar en sa Coma. Foto: GERMÁN G. LAMA.

A primera hora de la mañana, los nervios se fundían con consejos de última hora: «En cuanto crucé la puerta del cuartel, lo primero que me dijeron es que me quitara el pendiente y fui directo a la peluquería», apuntaba uno de los jóvenes. Los quince aspirantes a convertirse en soldados profesionales superaron ayer (si con éxito o no se sabrá el día 12 de noviembre) la primera de las pruebas en su camino hacia el Ejército español. Se trataba de un test psicotécnico, con cuarenta preguntas sobre palabras y objetos, y un examen cultural para un nivel de EGB. En caso de aprobar, aún quedan varios requisitos por cumplir: los baremos físicos y una entrevista personal.

El número de inscritos ha sido similar en las tres convocatorias anteriores, si bien, en Eivissa en esta ocasión ha sido superior una vez acabada la temporada de trabajo estival. Los presentes componían un nutrido y variopinto conjunto que en su mayoría vestía de uniforme, jóvenes que en el transcurso del servicio militar han encontrado su verdadera vocación y que esperan desarrollar de forma continua y con posibilidades de ascender de escalafón. Entre ellos, la jerga militar y la denominación por apellidos es ya un hábito. Son los que cuentan con una visión más aproximada y su experiencia les hace ganar seguridad.

A su lado, tres chicas, dispuestas a romper estereotipos y a ingresar en un cuerpo presidido por los valores de la disciplina y la obediencia, que vendrán a sumarse, si todo sale como esperan, a las seis que se encuentran destinadas en Sa Coma. Comparten un rumbo que comenzó hace dos años cuando por vez primera dos mujeres ingresaron en las filas pitiusas. Para Dévora, el atractivo radica «en hacer cosas nuevas». Hasta la fecha ejercía como Policía Local en Sant Antoni, «donde ves cosas que no te imaginas ni en las películas», una preparación que le servirá como base. Pero sus metas están puestas más alto: concretamente en Aire. «Todo el mundo me dice que es lo más difícil, pero ya que te metes lo haces en algo diferente».