La festividad de Todos los Santos es una de las más dulces del año. Al menos, es así si nos paseamos por cualquier pastelería de las Pitiüses y compramos los panellets, el postre típico de estas fechas que, como todos los años, ha vuelto a inundar los escaparates de las reposterías. Este dulce tan tradicional está elaborado en un 80 por ciento a base de mazapán, como explica el responsable de la Pastelería Bonanza, Toni Ferriol. El resto de ingredientes que se emplean dependen del sabor que se le quiera dar, aunque en ninguno de ellos falta el azúcar, que ocupa casi todo el resto de su composición. Los más típicos son los de almendras, coco, fresa y piñones. «Es importante que se empleen fresas naturales y piñones del país, puesto que de lo contrario el resultado no será el adecuado», apunta Ferriol. El hecho de que se utilicen unos productos de primera calidad es, seguramente, la causa de su abultado precio, que este año ronda las 3.700 pesetas el kilo de los panellets de piñones. Además, cabe indicar, como apunta Ferriol, que se trata de un pastel muy pequeño, delicado y que requiere «mucho trabajo». Sin embargo, también los hay más asequibles, como los de café y fresa, que salen por cerca de 2.700 pesetas cada kilo.

A pesar de que hace años los panellets se producían sólo a lo largo de esta semana, en la actualidad las pastelerías «alargan» su fabricación cerca de un mes. «Todos los que sacamos del horno los acabamos vendiendo. El Día de Todos los Santos, el 90 por ciento de las familias de Eivissa sirven a la hora del postre un plato de panellets. Es la tradición», sentencia Ferriol.