El coruñés Juan Manuel Souza Iglesias es, desde hace dos años, el capellán de la prisión de Eivissa. Su labor, asegura, es muy apreciada por los internos del recinto penitenciario, con quienes nunca ha tenido ninguna sorpresa desagradable: «No me he llevado ninguna desilusión», explica. Eso sí, también hay algunos momentos malos, comenta, como cuando los presos salen a la calle para volver poco después.

El religioso disertó sobre la finalidad de las prisiones: «Es difícil. A alguno le podrá servir, pero la sensación que tengo es de que no es un método demasiado acertado. ¿Qué fórmulas hay mejores? Pues tampoco lo sé, pero es algo que la Justicia debe tratar. Habría que buscar alternativas a las prisiones».

En referencia a los presos, comentó que «todos están allí por algo, eso está fuera de toda duda. Aunque, si nos miráramos a nosotros mismos, descubriríamos que casi todos merecemos estar dentro. Habría que ver no tanto el por qué están allí como la conversión "el cambio" que se produce en su interior con esta vivencia. Nosotros queremos que escuchen nuestras palabras de conversión. Todos somos pecadores y necesitamos cambiar, arrepentirnos del mal que hemos hecho a los demás. Ellos lo ven, y se acercan a nosotros sabiendo que esto es así».