El Ayuntamiento de Eivissa ha puesto en marcha diversas acciones con el objetivo de mejorar el estado de los dos cementerios del municipio, el nuevo y el viejo. La concejala encargada de esta materia, Cristina Ferrer, asegura que no se trata de obras de gran envergadura, pero sí de pequeños trabajos que pueden cambiar notablemente la imagen de ambos camposantos. «Han empezado a hacerse una serie de mejoras que eran necesarias: de rehabilitación, de pintura, de jardinería, etc. También ha habido que rehacer la fosa común y otra serie de cosas, porque la verdad es que estaba todo muy atrasado», explica Ferrer.

Sin embargo, la concejala señala que los cambios más notables son de orden interno, puesto que se han reorganizado los horarios de los trabajadores, se ha nombrado un encargado y se ha modificado el sistema de gestión en un intento de «optimizar los recursos». «Nos hemos encontrado con que el osario estaba lleno desde hace cinco años. La gente que tenía nichos en alquiler no era informada cuando se le acababa el plazo y en eso es en lo que estamos trabajando ahora», comenta la concejala. El nuevo equipo de gobierno espera que en el plazo de tres meses se notarán los cambios en la gestión y el sistema será más efectivo.

El cementerio nuevo amplía cada año su capacidad en 180 nichos, con los problemas que esto conlleva por no encontrarse en una superficie plana. La ampliación para el próximo año ya está programada y prevista y también se están ejecutando trabajos para rehacer escaleras, colocar muros de contención y tener bien encauzadas las aguas pluviales.