Este mes se cumplen tres años desde que el Servei d'Atenció i
d'Intervenció amb Persones amb Discapacitat (SAI) se implantó en
Formentera. En este tiempo el servicio ha atendido a más de
cincuenta personas «de edades y problemáticas muy diferentes»,
señala Ricardo Fernández, psicólogo responsable en la isla. Los
objetivos del SAI «son facilitar la inserción social o laboral del
colectivo de personas con discapacidades y ayudar a los usuarios
con problemas a desarrollar su vida con normalidad».
Las «armas» con las que consiguen estas metas son el refuerzo en
el lenguaje, el desarrollo de habilidades sociales y laborales y
actividades de ocio, entre otras.
La llegada de la SAI a Formentera se debió a la petición de la
asociación Aspanif, con financiación de la Fundación Once. Sin
embargo, desde 1998 el ayuntamiento se encarga de sufragar los
gastos de la organización con 5 millones de pesetas anuales.
El psicólogo encargado explica que «al principio nuestra
actividad estaba centrada en los discapacitados pero pronto vimos
que podríamos dedicar parte de nuestro tiempo a personas que no son
oficialmente discapacitadas, pero que necesitaban ayuda psicológica
y social, abarcando todos los ámbitos como el familiar o el
escolar». La mayor parte de la atención del SAI está
individualizada pero también organizan pequeños grupos con los que
trabajan para conseguir avances en su futura inserción laboral.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
De momento no hay comentarios.