Un momento del pleno celebrado ayer, que empezó con mucho retraso debido a las reuniones que se celebraron antes. Foto: VICENÇ FENOLLOSA.

El alcalde de Sant Antoni, Antoni Marí Tur, no consiguió convencer ayer a la oposición municipal para que diera el visto bueno al proyecto de construcción de una piscina en Can Coix. Los ocho concejales que el Partido Popular tiene en este municipio son insuficientes para aprobar las propuestas por mayoría, lo que obligó a esta formación a llegar a un acuerdo con las otras dos formaciones que tienen representación en este Ayuntamiento: el Pacte Progressista y Democràcia Pitiusa.

Dicho acuerdo contempla presentar el proyecto de construcción de una piscina cubierta al Consell para que sea subvencionado, aunque la ubicación de esta instalación deportiva queda en suspenso. El solar de Can Coix queda descartado definitivamente, mientras que se plantea como alternativa utilizar el solar de propiedad municipal en el que se albergaba la antigua depuradora. Esta nueva localización para la piscina fue propuesta por los partidos de la oposición, que entienden que este podría ser un buen emplazamiento al contar ya con alcantarillado, un transformador de Gesa, acometida de agua y unos accesos que permitirían al 90 por ciento de los usuarios desplazarse a pie hasta el lugar.

El alcalde de Sant Antoni, Antoni Marí Tur, tiene algunas reservas sobre este solar, pero se ha comprometido a estudiarlo y espera que la Corporación tome una decisión definitiva durante el primer trimestre del año 2000, como muy tarde.

El portavoz del Pacte Progressista, Joan Marí Serra, considera que el nuevo solar propuesto «reúne mucho mejor las condiciones necesarias que no el de Can Coix». Entre los defectos que se encuentran a dicho terreno señaló el hecho de que no tenga un transporte adecuado, esté cuesta arriba y pueda dar problemas a los más mayores, o no tenga un acceso seguro para que transiten los niños.