Un barco alicantino llega al puerto de Eivissa fuera del horario permitido por el Govern balear.

O. RIBAS La flota de arrastre de Alicante, los palangreros de Murcia y los cerqueros de Almería han decidio aliarse para presionar al Govern ante el conflicto pesquero en aguas pitiusas. Esta unión sectorial de las tres provincias afectadas por la nueva normativa del Ejecutivo en materia de pesca tiene como objetivo ganar peso en las reuniones entre los dos bandos enfrentados. Esta alianza se consumó tras la aplicación por parte del Govern de las primeras medidas restrictivas a las jornadas de faena en los caladeros de Eivissa, según publicó el periódico «La Verdad de Alicante» en su edición del pasado día 24.

El Ejecutivo balear decidió el año pasado recortar en una hora el tiempo de pesca permitido en aguas pitiusas, con el fin de preservar los caladeros. Los levantinos incumplieron esta normativa, alegando que les perjudicaba. Esta postura les ha costado más de 500 actas de infracción, que suman cerca de 60 millones de pesetas. Algún barco alicantino acumula ya hasta 10 millones de pesetas en multas. Los caladeros ibicencos son los más importantes para los pescadores alicantinos.

Hasta la fecha, ningua de las cofradías de la península implicadas en esta unión había realizado algún tipo de reivindicación o protesta, a la espera de una futura reunión entre los representantes de los pescadores y el Govern. Tras un encuentro entre las entre las 14 cofradías murcianas, las almerienses y las alicantinas, se acordó mantener este silencio hasta el primer contacto formal.

El periódico alicantino anuncia, además, que los representantes del Ejecutivo balear ya se han puesto en contacto con la Federación de Cofradías de Pescadores de Alicante con el fin de concretar la fecha de este futuro encuentro.