El Partido Popular de las Pitiüses alertó ayer a la población de Eivissa y Formentera sobre el efecto que tendrán las normas urbanísticas que promueve el Govern balear como medidas cautelares y que, previsiblemente, se aprobarán la próxima semana. El PP rechaza rotundamente su contenido, que considera que debe ser bien conocido por los ciudadanos para que sepan qué consecuencias puede tener.

El presidente del grupo popular en el Consell, Antoni Marí Calbet, enumeró las disposiciones con las que no está de acuerdo: el hecho, por ejemplo, de que se haya prohibido totalmente la edificación en las Areas Naturales de Especial Interés (ANEI). Marí Calbet considera que esto tendrá una gran repercusión puesto que «el 40 ó 42 por ciento del territorio de las Pitiüses está incluido en ANEI».

Desde el Partido Popular también se valora muy negativamente el hecho de que la parcela mínima para construir en suelo rústico común vaya a pasar, tanto en Eivissa como en Formentera, a los 14.000 metros. «Nosotros siempre habíamos defendido que no se podía exigir lo mismo que en Mallorca, porque las circunstancias son diferentes», argumentó el ex-presidente del Consell.

Además, la oposición critica la franja de protección de la costa (que se incrementa a los 250 metros excepto en Formentera, donde se mantienen los 100 metros), así como la suspensión de los usos edificatorios en las parcelas segregadas antes de la aprobación de la ley de 1997.