El conseller de Transports del Consell Insular d'Eivissa i Formentera, Josep Marí Ribas, explicó ayer la situación en la que se encuentra este departamento que, en lo que va de año, ha puesto más de 240 denuncias por infracciones de diferentes tipos sin que se haya impuesto por ello ninguna multa. Sin embargo, esta situación cambiará a partir de ahora, puesto que el conseller ha optado por poner en esta Conselleria a un funcionario que hasta el momento trabajaba en Turisme, con el objetivo de que se inicie la instrucción de los expedientes acumulados y se impongan las sanciones pertinentes. «El Consell sólo tenía hasta ahora un inspector, cuando en los presupuestos se contemplaba que hubiera dos», explicó Marí Ribas.

Según los datos aportados ayer por la institución insular, en los ocho primeros meses del año se han presentado 71 denuncias leves, 76 graves y hasta 95 calificadas como muy graves. Las sanciones con las que se pueden resolver estos expedientes pueden oscilar entre las 5.000 y las 46.000 en el caso de las leves y alcanzar las 230.000 o las 460.000 en el caso de las graves y muy graves, respectivamente. Pero es que, además, se han abierto otros dos expedientes por obstruir la labor inspectora en las oficinas de alquiler de vehículos, cuatro por ejercer como 'taxi pirata' y una más a una agencia de transporte que carecía de licencia de apertura. Finalmente, continúan pendiente de calificación otras 46 denuncias practicadas por la Guardia Civil en materias relacionadas con el transporte por carretera.

El fraude más habitual se da en el transporte público
De los expedientes que ha ido acumulando la Conselleria de Transports se deduce que una de las infracciones más habituales está relacionada con el transporte público. Así lo confirmó ayer el conseller, que explicó que se detectan casos en los que se realiza este tipo de transporte sin tener la correspondiente autorización o con autorización de transporte privado. En ambos casos la infracción se considera muy grave.