El Govern asegura que, en algunas zonas, la demanda se ha llegado a multiplicar hasta por ocho. FOTO: VICENÇ FENOLLOSA

El Govern balear anunció ayer que en las próximas semanas se tomarán una serie de medidas urgentes para proteger el territorio de las Islas y frenar la presión urbanística que, según el presidente autonómico, Francesc Antich, ha llegado incluso a multiplicarse por ocho a lo largo de los últimos meses en algunas zonas concretas.

El objetivo del Ejecutivo balear es hacer una revisión «profunda» de las Directrices de Ordenación del Territorio (DOT), que fueron aprobadas en el Parlament balear en enero de este mismo año con el único apoyo del Partido Popular, que entonces gobernaba el archipiélago con mayoría absoluta. Antich califica la actual situación de «emergencia urbanística» y asegura que este asunto es una «gran preocupación» del Govern a la que hay que dar respuesta durante esta misma legislatura.

El presidente no quiso avanzar en qué consistirán las medidas urgentes que podrían darse a conocer la próxima semana, aunque apuntó que se trabaja en ellas con el objetivo de conseguir que tengan una «base técnica impecable» y total «rigor jurídico». Antich sí señaló que estas actuaciones irán encaminadas en gran parte a paliar los efectos que pueden provocar las excepciones contempladas en las DOT. La oposición se quejó cuando se aprobó este proyecto del hecho de que las DOT fueran bastante restrictivas pero perdieran este carácter por las múltiples excepciones que contemplaban. «Las DOT dejan las puertas abiertas a muchas posibilidades de desarrollo urbanístico y edificatorio que van en contra del sentimiento general que se respira en la Islas», declaró ayer Francesc Antich.