Su misión no es entrar en combate, sino proveer de armamento y combustible a la flota de la US navy, el ejército más poderoso del mundo, el de EEUU. Sin embargo, el «Arctic» no es un simple petrolero, se trata de una impresionante embarcación de 230 metros de eslora con capacidad para transportar nada menos que 25 millones de litros de carburante. Si surgen problemas durante la travesía, sus armas se despojan de la discreta lona que las esconde y en cuestión de unos minutos se transforma en un poderoso buque preparado para todo; si los problemas se agravan, siempre se puede echar mano a las 1.800 toneladas de munición que aguardan en sus bodegas.

Así es este buque, que llegó a aguas pitiusas el pasado miércoles para que la tripulación "431 personas, de las cuales más de un centenar son mujeres" descansara en la isla. «El jueves estuve en ses Salines, que es una playa preciosa. Lo que no hemos hecho es ir a las discotecas, porque a las dos de la madrugada teníamos que volver al barco», comenta un sargento puertorriqueño, miembro de la numerosa comunidad hispana que habita en el buque. El «Arctic» tiene previsto zarpar hoy con destino a la base de Rota.

La zona de operaciones del «Arctic» se reduce al Mediterráneo y el Golfo Pérsico. Eso sí, la tripulación tiene prohibido por razones de seguridad hablar sobre sus misiones.

Su interior alberga una pequeña ciudad con todos los servicios posibles: salón de belleza, clínica "con dentista incluido", varias cafeterías, zonas de recreo y hasta una pequeña estación de televisión propia desde la que se emiten cada noche los informativos.