CONCHA ALCANTARA La delegació d'Eivissa i Formentera del Col·legi Oficial d'Arquitectes de Balears planteó ayer una serie de alternativas al Plan Especial del Puerto de Eivissa donde se recoge la posibilidad de que desaparezca Marina Botafoch al revisar las concesiones existentes, la eliminación de una parte del dique de amarres y recuperar la antigua playa, que servirá «para amortiguar las olas y dejar parte del dique como elemento de protección», explicó ayer el presidente de la Demarcació insular del Col·legi, Salvador Roig, que estuvo acompañado de Roberto Moreno, asesor jurídico. A juicio de Roig, esta opción sería la más factible y señaló que los costes serán inferiores a la totalidad de las inversiones previstas, incluyendo también la posibilidad de tener que pagar indeminizaciones.

Respecto a los riesgos de peligrosidad, Salvador Roig expuso la alternativa de trasladar la descarga de combustibles a una monoboya situada frente a la zona de Talamanca. El coste estimativo de la monoboya se situaría en torno a unos dos mil millones, «es una cuarta o quinta parte del presupuesto de la ampliación del puerto de Eivissa». Otra de las opciones que se tendrá que estudiar pasa por la reordenación del espacio portuario con un mejor aprovechamiento, que se complementaría con las infraestructuras que sean necesarias.

Asimismo, se baraja la reconversión del dique de Botafoch en un rompeolas y, si lo anterior no es suficiente, se modificará el sentido de orientación del dique, cambiando la entrada actual a una zona más próxima a Ibiza Nueva, sin necesidad de modificar la zona de atraque.