Las máquinas excavadoras comenzaron ayer a conducir el cable soterrado hasta la estación transformadora. Foto: GERMÁN G. LAMA.

Gesa comenzó ayer las obras para soterrar los tendidos eléctricos que cruzan los estanques de es Codolar, en plena Reserva Natural de ses Salines. La compañía, que ha recibido una subvención de 36 millones de pesetas del Ministerio de Medio Ambiente, ha empezado a abrir una zanja para instalar el cable subterráneo, que pasará por debajo del aeropuerto hasta enlazar con la estación transformadora. Una vez entre en funcionamiento esta conexión, se eliminarán los tendidos aéreos.

El objetivo es eliminar el impacto visual y sobre todo, evitar la muerte de aves que colisionan contra los postes o los cables. Los ecologistas han denunciado varias veces el problema, que afecta a un gran número de animales que viven en unos estanques. Este cable sirve para alimentar las bombas que sacan agua salada de la salinera.

La dirección de la Reserva Natural ha impulsado este proyecto, tramitado a través del Ayuntamiento de Sant Josep. El concejal de Hacienda, Francisco Tur, explicó ayer que se prevé terminar la obra a finales de octubre. No obstante, Gesa apuntó ayer a que podría alargarse un poco más debido a las dificultades del terreno.

Representantes del Ayuntamiento, de la Reserva Natural y de Costas se desplazaron ayer a es Codolar para supervisar las obras. Esta es la mayor subvención que jamás ha concedido Parques Nacionales a un proyecto de estas características.