Un joven rescató en la tarde de ayer a una tortuga boba herida en
la zona de Portinatx. El animal tenía hilo de pesca enrollado
alrededor del cuerpo y un anzuelo clavado en la boca.
El hallazgo tuvo lugar a las seis y media de la tarde. José
Antonio Marí Casanovas estaba buceando en las inmediaciones del
faro de Portinatx cuando, a unos quince metros de profundidad,
divisó a la tortuga en unas rocas. En un principio no le dio
importancia, pero al fijarse en el animal vio que tenía hilo de
pesca enrollado en el cuerpo, por lo que se acercó hasta ella y vio
el anzuelo en su boca.
Al no poder izarla con él, ya que pesaba casi cuarenta kilos, el
buceador optó por atarla a la cuerda de la boya que llevaba con él
para señalizar su posición en el mar y subirla desde la barca. Una
vez rescatada, el joven se dirigió hacia la playa de s'Arenal Gran
y allí la depositó sobre la arena.
La presencia del animal despertó la curiosidad de los bañistas
que estaban en la playa apurando la tarde. En pocos minutos se
formó un corrillo de gente alrededor de la tortuga, a la que le
faltaba la aleta frontal derecha, perdida anteriormente, ya que la
herida estaba completamente cicatrizada.
Pasadas las ocho de la tarde, se personó en el lugar un miembro
de la Conselleria de Medi Ambient del Govern balear, quien se hizo
cargo de la tortuga.
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