Rafael lleva treinta y siete días y otras tantas noches confeccionando figuras de arena en medio de la playa. Abandonó su Extremadura natal para «ganarse la vida en otras tierras» y encontró en Eivissa un hogar. Ayer, su espectacular dragón tuvo una peculiar competencia en el concurso de castillos de arena organizado para los niños por las fiestas de Cala Llonga.
Además, la jornada hizo sitio a los mayores en una tirada de cuerda y diversas pruebas deportivas, ya por la tarde, mientras los turistas permanecían en el mismo escenario ajenos a cuanto ocurría en los actos organizados por la Asociación de Vecinos de esta localidad, corporación fundada hace 25 años y que agrupa actualmente, según su secretaria, Marga Ramon, a dos centenares de residentes.
Unas celebraciones que han contado con un presupuesto de dos millones y medio de pesetas cuyo plato fuerte serán los fuegos artificiales en el agua, hoy a las doce de la noche. La empresa pirotécnica ibicenca «Festival» será la responsable de cerrar un programa en el que se han incluido como novedades una conferencia sobre turismo, pronunciada por el ex alcalde de Eivissa, Enrique Fajarnés, y una exposición de fotografías antiguas que se ha prolongado al miércoles. No obstante, la expectación también fue notable anoche en la elección de la Miss, concurso al que se presentó una decena de candidatas que optaban, además de al título, a las 50.000 pesetas del primer premio.
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