Coincidiendo con la luna llena, el pasado miércoles día 28 el escultor francés Jacques Guerin, residente en Eivissa desde hace 25 años, organizó una particular fiesta artística en la que participaron 40 creadores, entre nativos y residentes en la isla. La asistencia a tan singular residencia (se notaba el espíritu de Cesar Manrique, con quien Guerin trabajó en Lanzarote) superó con creces las expectativas de los anfitriones, llegando a los 500 invitados, según informó ayer a este periódico Babeth, la esposa del escultor.

La selección de los artistas participantes, cuyas obras estaban colocadas por todo el jardín, fue espontánea: «Los 40 primeros que se enteraron, podrían haber sido más; y yo no conozco ni a la mitad», apuntó Guerin. En la larga nómina figuraban pintores y escultores bien apreciados en la isla, como Eduard Micus, Gary Cook, Roland Floris, Fulljames, Kennedy, Carles Guasch, Mario Stafforini, Uwe Wolf, María Catalán, Christ-Off, Gretchen Caracas, Jost Lipinsky, Eva-María Reiner Wilke, Dodí Santerre y el propio Jacques Guerin. En cuanto a los invitados, la cita artística y festiva convocó a gran número de residentes nacionales y extranjeros, representantes del mundo de la cultura y de la sociedad ibicenca. Por poner dos ejemplos contrastados: el arquitecto Philippe Rothier y el animador cultural Vicente Ribas.

La velada, presidida por una impresionante luna llena, se prolongó hasta bien entrada la noche y contó también con la actuación del guitarrista Alcaide y la soprano Catharina, que pusieron su particular arte al servicio de una noche especial, una fiesta diferente entre las que abundan en este cálido verano del 99. l Julio Herranz