Antoni Diéguez se convirtió, casi de rebote, en el presidente del Parlament de la V legislatura. Foto: PERE BOTA.

JUAN MESTRE/NEKANE DOMBLÀS El socialista Antoni Diéguez se convirtió ayer por sorpresa en el nuevo presidente del Parlament balear. La elección de Diéguez se produjo veinte minutos antes de iniciarse la sesión constitutiva del Parlament, y todo apunta a que el socialista podría dimitir en los próximos meses si de ello depende el pacto para que Francesc Antich sea el presidente del Govern.

El PP propuso a Francisca Bennàssar para la Presidència del Parlament, que perdió frente la candidatura de Antonio Diéguez. El resto de miembros de la Mesa fueron Félix Fernández (PSOE), vicepresidente primero; Francisca Bennàssar (PP), vicepresidenta segunda; Eberhard Grosske (EU), secretario primero y Pere Palau (PP), secretario segundo. Diéguez se mostró a disposición de su partido para dimitir como presidente del Parlament «si de ello depende la gobernabilidad de Balears». No obstante, Diéguez dejó claro que «cuando alguien accede a un cargo se plantea estar cuatro años y a cualquier persona que le guste la política le apetece ser presidente del Parlament».

El nuevo presidente de la Cámara autonómica espera poder reunir lo antes posible a los portavoces y fijar la fecha de la sesión de investidura. «Es mejor hacerlo rápido porque las situaciones de provisionalidad no son buenas para nadie», opinó Diéguez, quien se convierte en el primer socialista que preside el Parlament. Antonio Diéguez tiene 45 años, está casado y tiene dos hijos. Hasta la fecha presidía la Comisión de Deportes del Consell de Mallorca. En caso de que se concrete el pacto progresista, Diéguez dimitiría como presidente del Parlament y dejar su cargo a Maximiliano Morales, quien será diputado una vez que Antoni Pascual renuncie a su acta parlamentaria.