La Policía Local de Sant Antoni se encarga de que la grúa lleve a cabo su trabajo.

La grúa de Sant Antoni también se encuentra inmersa en la vorágine de la temporada turística. La Policía Local está retirando cada día una media de doce coches de la vía pública que están mal aparcados, «y eso que sólo se suelen llevar los vehículos que de verdad están molestando al tráfico», afirma el sargento responsable de este cuerpo de seguridad.

Los turistas son los que acostumbran a respetar menos las señales y comenten más infracciones, «sobre todo en el tema del aparcamiento, muchos dejan el coche en cualquier lugar. Los de aquí vigilan más», afirma la Policía.

La grúa, que pertenece a una empresa privada contratada por el Ayuntamiento, se pone en marcha cada mañana a las diez y media y da vueltas por el casco urbano hasta las dos. Por la tarde, el servicio sólo funciona «cuando hay algún caso extremo o cuando nos lo requieren para, por ejemplo, retirar un vehículo de un vado», explica el sargento. A las diez y media de la noche vuelve a empezar la vigilancia. Hasta las dos de la madrugada, los motoristas de la Policía recorren las principales calles de la ciudad.

A pesar de que este verano el número de vehículos que circulan por la isla se ha disparado, en Sant Antoni se están produciendo pocos incidentes.
«El tráfico se ha doblado durante el mes de julio, imagino que por los coches de alquiler. Pero por aquí no hay mucho problema», afirma la Policía. Los puntos más conflictivos de Sant Antoni están siendo la zona del paseo marítimo y los alrededores de la rotonda del huevo, a la entrada de Sant Antoni. Las zonas de carga y descarga y los vados son otros de los lugares donde la gente deja a menudo sus coches.