La falta de lluvias y la sobreexplotación de los acuíferos son dos factores que provocan la salinización del agua. Foto: GERMÁN G. LAMA.

El campo ibicenco corre el peligro de no dar más frutos en un futuro si se sigue con el actual ritmo de sobreexplotación de los pozos. Muchos acuíferos se han secado, y otros se están salinizando de tal forma que el agua es inservible para regar. Así lo asegura el nuevo presidente de Joves Agricultors, Antoni Bonet, quien ha mostrado su preocupación por el excesivo consumo de agua subterránea que existe en la isla: «Estamos sacando mucha más agua de la que llueve y la situación se está volviendo insostenible», afirma Bonet.

Algunas grandes fincas de la zona de Jesús y de Puig d'en Valls ya se han tenido que dejar de sembrar «porque hay dos o tres pozos que están sacando el agua hacia Eivissa que han salinizado el subsuelo, y estamos hablando de unas de las mejores fincas de la isla», asegura el presidente de Joves Agricultors.

El principal problema radica en que, con la escasez de lluvias, se va absorbiendo el agua hasta que llega un momento en que se vuelve salada, con lo que ya no sirve para regar. «Si seguimos con este ritmo, desaparecerá la agricultura en Eivissa», advierte Bonet.

Otro de los grandes problemas de Eivissa es el gasto producido por el turismo. Se calcula que en plena temporada, el consumo de agua llega hasta a triplicarse en la isla. Algunos hoteles y establecimientos turísticos se están desconectando de las redes municipales para extraer agua de sus pozos, lo que agrava la situación.