Hoy hace exactamente 30 años que tres empresarios y turísticos con visión de futuro "Ernesto Ramón Fajarnés, su hermano Enrique y Antoni Cardona" observaron que casi todos los hoteles de las Pitiüses estaban dirigidos por personas de la península. Los ibicencos tenían vetado el acceso a la formación en materia turística, puesto que no había escuelas: todas estaban en Mallorca o Madrid, y los gastos de salir a estudiar fuera eran cuando menos inalcanzables para las familias de la época. De esta situación salió la idea de crear una Escuela de Turismo en la isla, aunque para ello fuera necesario arriesgar el propio patrimonio. La primera sede de este centro fue la casa donde nació el propio Ernesto Ramón, situada en la plaza de Sant Elm de Eivissa. Algunos de los profesores cobraban, pero no todos, puesto que de lo contrario hubiera sido imposible llevar adelante este proyecto.

Ahora, el centro ha cambiado de arriba abajo "como reconoce el mismo Ramón Fajarnés ", comenzando por su nombre, que se ha normalizado: Escola de Turisme. Los gastos corren por cuenta del Govern balear, y su titulación está controlada por la Universitat de les Illes Balears (UIB). Sin embargo, los antiguos alumnos del centro "cerca de 800, como explica el actual subdirector de la Escola, Tomás Méndez", quieren rendir un homenaje a esas personas que les dieron la oportunidad de acceder a los estudios. Muchos de ellos ya son directores de hoteles o tienen cargos de responsabilidad en empresas turísticas.