El baile a la salida de la misa en honor al Patrón dio el tono más folklórico a la fiesta. Foto: VICENÇ FENOLLOSA.

Como el vestido de Daniela, Natalia y Mari Àngeles, idéntico en la forma pero con una hechura diferente. Toda fiesta patronal que se celebra en la isla reúne una misa solemne, procesión, ball pagés y convite para los habitantes del municipio pertinente, aunque, ya se sabe, con sastres y modelos distintos, confecciones diversas. El traje ha costado, en esta ocasión, un millón setecientas mil pesetas y sirve, en opinión de la responsable de su diseño, «para escolares, jóvenes y mayores», al menos, durante quince días en los que se combinan música, deportes, actividades culturales y verbenas populares.

Sant Joan festejó ayer su jornada grande con invitados de excepción, no por lo inusual de su presencia, sino por la tarjeta sin función que llevaban muchos de ellos. El alcalde de la localidad, Vicent Guash, el todavía presidente del Consell Insular Marí Calbet, la vencedora de los comicios, Pilar Costa, el que se adivina como segunda cabeza de la institución en el próximo gobierno, Vicente Tur o la consellera en funciones de Deportes y Juventud, Cati Palau, acudieron a los actos como preludio a un futuro de cambios para todos que contrastaba con una plaza presidida por la tradición. Tal y como señalaba la regidora de fiestas del municipio, durante cinco años, y miembro del equipo del ayuntamiento desde hace doce, Carmen Tur, «no tiene porqué pasar nada. El que las cosas se modifiquen no es malo, ni ningún impedimento para que se trabaje». Unos y otros conformaron un curioso y animado conjunto con el fondo de los comentarios de los vecinos sobre quién era cada uno de ellos, aunque a la hora de ubicarlos, había más confusión.

Y políticos aparte, el baile fue el otro de los escenarios que concentró la atención de la gente. El Grup Folklòric Labritja se encargó de demostrar en la plaza de la iglesia que lo conocido puede seguir siendo sorprendente, y no sólo para los turistas que desde el solsticio de verano colapsaban las calles.