M. HERRERA/J. MASCARELL La unidad sindical en el sector de la hostelería se ha quebrado tras la decisión que adoptaron ayer en Mallorca los delegados de Comisiones Obreras de no apoyar el preacuerdo firmado con la patronal, que servirá de base para el futuro de la hostelería. En Eivissa, este sindicato sí ha dado el visto bueno al texto, aunque por un escaso margen que pone de manifiesto que tampoco gusta demasiado. CC OO ha decidido, incluso, mantener la convocatoria de huelga y aunque no será secundada este fin de semana por la falta de tiempo para anunciarlo a los trabajadores, sí se plantea la posibilidad de que se haga los días 13, 14 y 15 de julio y el 1, 2 y 3 de agosto.

Debido a esta situación, la comisión ejecutiva de la Federación de Hostelería de CC OO tiene previsto reunirse con carácter urgente para analizar la situación y adoptar las decisiones consecuentes con la opinión manifestado por los delegados.

Esta disconformidad podría resultar tan sólo testimonial, ya que el sindicato UGT tiene mayoría en la mesa negociadora y puede firmar por su cuenta el convenio del sector para los próximos tres años. En cualquier caso, el secretario general de la Federación de Hostelería de UGT en las Pitiüses, Fernando Fernández, afirmó ayer al conocer la situación que se ha producido en las últimas horas que «no es la intención de UGT que este convenio salga adelante con un único apoyo». Fernández afirmó que en Eivissa, los delegados han aprobado el preacuerdo por unanimidad, al igual que en Menorca, mientras que en Mallorca ha recibido una mayoría del 90 por ciento. «Nuestra postura es mantener que el preacuerdo está firmado con la patronal y, por tanto, que hay que ser consecuente con ello y mantener esta opinión».