Tras un semestre en el que los niños han comprendido que el arte puede ser «aventura, divertido y de colores» el colegio internacional Can Blau de Sant Agustí celebra una exposición de tipo experimental en el que participan todos sus escolares.

El proyecto, dirigido por Simone Schander, estaba incluido en el área de educación artística, y se ha llevado a cabo con matriculados en preescolar y primaria. En las actividades -que han tenido lugar tanto en el taller como en el resto del entorno escolar- se han empleado diferentes materiales, dependiendo de la edad de los participantes.

Escuchar música mientras se decide el color o si utilizar manos o pinceles; realizar dibujos a partir de manchas; trabajos en sábanas tras introducir pinturas en latas agujereadas o usar pistolas de agua para decorar o elementos naturales como la lluvia, son algunas de las iniciativas efectuadas durante todo este semestre. El objetivo era, tal y como señala la directora del centro: «invitar a los chicos a realizar un camino propio con su fantasía y no sólo como observadores y seguidores». Si se ha conseguido o no se verá en la muestra que se inaugura el día 29 de junio a las ocho en el centro. En el acto también habrá una representación teatral a cargo de los chavales.