Todos los bancos de sangre insulares participan en la propuesta de la Fundación. La meta es conseguir aumentar el número de extracciones. Foto: VICENÇ FENOLLOSA.

Conseguir nuevos donantes es sólo el primer paso para la Fundación Banco de Sangre y Tejidos, una entidad que se presentó el pasado mes de mayo y en la que están inmersas, además de las instituciones hermanas de las islas, el Colegio de Médicos, la Consellería de Sanitat y Cruz Roja.

El ideal pasa por encontrar un equilibrio entre la autosuficiencia de provisiones (de modo que en este sentido no se dependa de entradas de otras zonas) y la coordinación de una gestión centralizada desde Palma, donde se ubica el centro comunitario de Eivissa, Mallorca, Menorca y Formentera. Aunque por extracciones (unas 2.000 anuales), Eivissa podría tener una organización propia. Se necesita, en palabras de la responsable del banco local, María Antonia Udina, «un epicentro desde el que se promueva y cubra la financiación de campañas de captación de socios y se encargue del reparto equitativo e igual entre los diversos bancos». Se trata de distribuir un líquido esencial para la vida, no sólo a nivel de las Balears, sino del resto de España, de modo que pudiese cubrir en el menor tiempo posible cualquier carencia. Para ello está previsto que las conversaciones se restablezcan, especialmente a raíz del surgimiento de la institución, intentando que en épocas especialmente problemáticas como el verano, no existan carencias.

Pese a que se incrementa el conjunto de personas que por primera vez ceden su sangre, el índice continúa aún muy por debajo de la media nacional, del 40% por cada mil habitantes, frente al 20%. Las colectas se producen en la capital, Santa Eulària, Sant Josep y Sant Antoni de modo periódico y la invitación a participar es, por supuesto, totalmente libre.