Detrás de la alegría de un político o como responsable de la
decepción de un candidato, hay siempre una papeleta. Una opinión en
forma de papel cuya responsabilidad numérica en las urnas tiene
también en la calle, nombre y apellido.
Los ciudadanos pitiusos quisieron terminar con dos décadas de
gobierno del Partido Popular en la islas. Una decisión en la que ha
sido determinante la presencia de la circunscripción de Formentera,
cuyos vecinos parecieron comprender lo estratégico de su decisión a
juzgar por el alto índice de participación demostrada. Esta actitud
contrarresta a la posición adoptada por los ibicencos quienes
ocupan el peldaño más bajo a la hora de decantarse entre las
propuestas presentadas.
Con 78 años, Vicente Marí Ribas tiene tras de sí la suficiente
experiencia como para recalcar este hecho y lo hace a tenor de lo
que entiende como «una desmotivación general. La gente no parece
que tuviese mucha ilusión a juzgar por la abstención». En este
grupo por definición entran tanto Marcos Marí como Eva Serra.
Además de no superar los treinta, ambos comparten el hecho de no
haber ejercido su derecho al voto; el primero por falta de interés
y la segunda por pereza. Dedicar un día a los amigos o a ir a la
playa son la otra cara de una moneda que debía de ser cuadrada.
La emoción o la decepción de la madrugada del lunes han dejado
lugar a la incertidumbre y el entusiasmo de una mañana en la que la
rutina de los electores se veía contrarrestada por la sucesión de
opiniones e impresiones de sus mandatarios, presentes o futuros. Ir
a trabajar era el compromiso ineludible, sustituto de la cita
intermitente del colegio electoral. Las tertulias del café de media
mañana o la sobremesa han tenido, no obstante, un protagonista
indiscutible: los comicios y aquí, los comentarios reproducen en
voz alta el silencio del sobre del 13-J.
Julio Molina espera sin duda «que las cosas cambien. Para eso se
ha escogido a la oposición. Estoy muy satisfecho personalmente con
el resultado y ahora sólo hay que esperar». Otra de las
concienciadas con su obligación, María José Martinez, mostraba su
pesar «porque me hubiese gustado más que mi partido, el PSOE,
ganara las europeas», recordando un aspecto que se ha visto
ensombrecido por el apartado local aunque no por ello de menor
relevancia, en un país beneficiario de los fondos de la Unión: que
se decidía también la representación española en Bruselas. l Nieves
Ibarrondo
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
De momento no hay comentarios.