OSCAR RIBAS Los pescadores alicantinos no podrán instalar en sus barcos las cajas azules "un sistema que indica al momento su ubicación exacta en el mar", puesto que los fabricantes de estos aparatos no tienen suficientes para abastecer todas las peticiones. Este sistema debía ser la solución al conflicto que los levantinos mantenían con los pitiusos por la duración de la jornada de faena y la profundidad de pesca permitida en las aguas de Eivissa y Formentera.

Los armadores alicantinos que faenan en aguas pitiusas estaban obligados a comprar e instalar estos artilugios en sus embarcaciones antes del día 15 de este mes por orden del Ministerio de Agricultura. Sin embargo, los fabricantes de las cajas azules se han visto desbordados por el gran número de solicitudes recibidas, puesto que el departamento de pesca obliga a comprarlas también a los pescadores que faenan en Marruecos, Mauritania y Alborán.

«Creemos que la orden del Ministerio se aplazará por razones obvias; si no hay aparatos, pues no se pueden instalar», explica el secretario de la Federación Provincial de Cofradías, Rafel Vizcaíno. Sin embargo, éste ya ha trasmitido al Govern balear otra medida similar para controlar los barcos levantinos mientras no se puedan comprar estos aparatos: obligar a firmar un libro a todos los pescadores que atraquen en los puertos de Eivissa y Formentera, en el que se indique la hora exacta en la que se ha llegado. Una persona de la cofradía o bien del Ejecutivo se encargaría de revisar estos libros y comprobar que los buques se ajustan a la normativa.