Debido a la falta de consenso en el propio equipo de gobierno y al rechazo de los grupos de la oposición y de muchos vecinos, el equipo de gobierno del Consell de Formentera hizo público el martes que no externalizará este verano la regulación del acceso a este faro y que se controlará el acceso con recursos y medios propios, es decir, que se volverá a instalar la barrera que limita el acceso que ya hubo como experiencia piloto el año pasado. Queda por ver, según explicó la máxima institución insular de la pitiusa menor, «el periodo y los horarios de cierre del acceso al faro para este verano».
El GEN explicó ayer que se muestran partidarios de limitar el acceso a la zona, pero únicamente con la barrera de acceso, «sin infraestructuras», aseguró Joan Carles Palerm, presidente de este grupo ecologista, quien insistió en que son partidarios de controlar el acceso, «pero sólo con la barrera». «En Menorca, por ejemplo, tienes que aparcar el coche y caminar para llegar a algunas playas», destacó Palerm. El máximo representante de este grupo ecologista recordó que esta zona de Formentera recibe ya de por sí mucha presión turística ya que es muy conocida y señaló que, generalmente, «todo lo que va acompañado de infraestructura suele conllevar más presencia turística» en referencia a la posible instalación de mesas, sillas, parasoles y un chiringuito de bebida y comida y un servicio de alquiler de bicicletas en el acceso al faro.
LA NOTA
500 personas al día en julio y agosto
El pliego de condiciones técnicas que publicó el Consell de Formentera en su web a principios del mes pasado reflejaba un cómputo de datos relacionados con los ingresos en base a las visitas. En este sentido, en los meses de mayo y octubre se registraron 120 visitantes diarios, cifra que se incrementó a los 250 por día en junio y septiembre y hasta las 500 personas por día en julio y agosto. En base a esto, el Consell de Formentera calculaba que el porcentaje de alquiler de bicis sería del 20% y preveía unos ingresos por estos alquileres de 22.764 euros (el alquiler por bici será de tres euros). También estimaban que «solamente el 20% de los visitantes consumirá productos en el quiosco de servicios. La consumición media se estimaba en 10 euros (una bebida y un bocadillo)».
4 comentarios
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Lo que no es de recibo es que el año pasado quise entrar con una señora minusvalida (70%) con el coche para que ella pudiese ver el faro y no nos dejaron pasar. Esto ya no es Formentera!!.
Quin desastre!! Un faro se caracteriza por su romanticismo, el silencio y la paz. Ah claro, qué sabrán nuestros políticos...$$$€€€
aunque a algún empresario le explote la cabeza con esto, todavía tenemos turismo que busca tranquilidad y sitios sin chiringuitos y cama balinesas y sin musica y sin hamacas y...etc
Este lugar no solo es emblemático y mítico para Formentera. Si la isla pierde este reducto ya no será algo especial en el Mediterráneo sino un chiringuito en el mar. A los políticos les hace falta preparación e inteligencia para dirigir las Pitiusas. ¿Como se puede sacrificar lo ultimo que nos queda por un puñado de euros que pueda dar el chiringuito?. Suena a excusa todo eso. Pónganse los medios de atención al visitante como un expendedor de agua y aseos desmontables. Lo demás huele mal para el pueblo y mata al virot en su último reducto.