Las taquillas de la estación marítima de Formentera no entrarán en servicio, como mínimo, hasta el quince de junio. Un retraso de 25 días sobre la fecha fijada por la APB que las navieras alegan que se produce debido a la carencia de instalaciones eléctricas e informáticas, cosa que las obliga a permanecer en las casetas provisionales hasta que puedan disponer de los servicios necesarios.

El pasado 11 de mayo, en una visita de obras efectuada a la estación Marítima de Formentera, el presidente del APB, Joan Gual de Torrella, anunciaba que aquel mismo día se había hecho la recepción de las obras del muelle y de las taquillas, de forma que las empresas que operaban en las cabinas provisionales tenían diez días para trasladarse al interior de la estación.

Ayer las taquillas nuevas continuaban cerradas y las navieras operando en las casetas provisionales. Esta situación se prolongará, al menos, hasta mediados de mes, puesto que a pesar de que las navieras tendrían que haber hecho ya el traslado, según Rafel Cardona, representante de APEAM, la Asociación de Empresarios de Actividades Marítimas de Baleares de la que forman parte las navieras, estas se encontraron que durante las obras de reforma de la estación se había quitado todo el cableado y, por lo tanto, no podían conectar sus equipos para dar servicio a los usuarios de las barcas.

Según la APB, las empresas de transporte de pasajeros quieren poner las taquillas lo más pulcras posibles en una apuesta de calidad que las ha llevado a encargar mobiliario de diseño y a hacer toda la instalación a conciencia. Por dicha razón, no se ha querido apresurar a las compañías y se les ha dado un margen de dos semanas para su implantación en los nuevos espacios.

En cuanto a la finalización de las obras de la planta superior de la estación, se espera que estén terminadas a finales de mes. Según el representante de APEAM, se está negociando con una empresa interesada en gestionar la concesión. Si esta no aceptara las condiciones, las obras quedarían recepcionadas a la espera de una nueva concesionaria que se hiciera cargo de la explotación y serian entonces abiertas al público.