Margarita, reencontrándose con «Bichu» después de mes y medio de ingreso hospitalario.

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Nada más entrar por la puerta principal del Hospital Can Misses, a mano derecha queda una pequeña sala, en el que un letrero indica «Dogspital». Ahí ha sido donde Margarita Díez se ha reencontrado, después de más de un mes ingresada, con su mascota, «Bichu», aunque para ella es mucho más que eso. La visita se enmarca dentro de una iniciativa que se emprendió hace ya ocho años en el hospital Can Misses y que muchos otros centros médicos han querido imitar.

A las once en punto el perro, de grandes dimensiones, con un peso cercano a los 50 kg, entraba en la sala del Dogspital, produciéndose el ansiado reencuentro entre el perro y su propietaria, quienes se han fundido en una suerte de abrazo. Llevaban sin poder verse desde que Margarita cayera, rompiéndose el sacro y el pelvis, una lesión que no tiene operación posible y para la cual no cabe más que guardar reposo.

«Ha sido muy emocionante porque, acostumbrada a vivir prácticamente las 24 horas con él, a no verlo durante un mes, y más sabiendo que él estaba solo en casa, pues me ha hecho mucha ilusión poder volver a verle», explica Margarita, quien no para de darle pequeños premios en forma de golosinas a «Bichu». No es para menos, puesto que llevan ya diez años juntos: «está conmigo desde que tenía apenas mes y medio».

Para ella, más que su mascota «es un compañero de vida». Margarita, convaleciente todavía de su lesión, y que será trasladada próximamente a Cas Serres para continuar con su proceso de recuperación, asegura que esta visita «ha supuesto un chute de energía para intentar recuperarme antes y volver a casa para estar con él».

Sobre este proyecto se ha pronunciado la persona que hay detrás de él,    Toni Torres, educador y monitor canino, además de presidente del Club Agility de Ibiza y Formentera. «El beneficio para el paciente lo tiene que valorar el hospital, nosotros nos dedicamos a valorar cual puede ser la relación entre el animal y la persona, y que sea un intercambio beneficioso para ambas partes», ha explicado Torres.

Sobre como se ejecuta este proceso, Torres lo ha detallado de la siguiente manera: «son tres pilares importantísimos. Primero, el paciente tiene que manifestar la necesidad de ver a su mascota, en este caso, un perro y el médico que lo está tratando, será la que habrá de autorizar la visita y otorgarle el pasaporte de la mascota al paciente. En segundo lugar, con ese pasaporte habrá que llevarlo al veterinario para comprobar que el animal tenga todas las vacunas al día, además de un informe de salud, trámite por el cual no le cobrarán nada porque todas las clínicas de la isla están adheridas al programa. Por último, somos nosotros los que ayudamos a la familia a traer a la mascota al hospital, valorando el posible estrés que le genere al animal».

Esta iniciativa, que ha permitido en la mañana de este martes a Margarita con su querida mascota, imprimiéndole así esas nuevas fuerzas de cara a su recuperación, es de carácter meramente altruista, recalcan desde Dogspital.